Tiene 92 años y lo acusan de narco, pero ni puede declarar

El hombre nunca había estado preso en su vida. Es el dueño de una empresa química de San Martín desde la que se proveían materiales a una banda narco. Pero su familia dice que lo engañaron y que había delegado sus actividades en una mujer.
Por JUAN MANUEL BORDÓN



Fue marido y padre. Eligió la profesión de químico y a la edad en que la mayoría se inclina por la jubilación, él siguió atendiendo personalmente su negocio. Vivía modestamente en un departamento en Capital y ni siquiera era dueño del local comercial donde funcionaba su empresa química. Por todo eso, cuando David Mendelson fue detenido por primera vez en su vida –hace dos meses, a los 92 años–, para muchos también se convirtió en un enigma.
Todo empezó en junio, cuando lo arrestaron y le dictaron una orden de prisión domiciliaria por ser el supuesto proveedor de precursores químicos de varias cocinas de cocaína allanadas en distintos puntos del conurbano bonaerense.
En ese momento, la Policía presentó a este anciano químico como “el primer responsable de un laboratorio sospechado de hacer desvíos ilegales para una red de narcotráfico internacional”.
Menos de un mes después, sin embargo, el hombre fue puesto en libertad sin siquiera llegar a ser indagado .
Según los peritos médicos, Mendelson sufre “un síndrome orgánico cerebral”, y de momento “no tiene aptitud” para enfrentar un proceso judicial. De esta manera, el anciano no pudo ser procesado pero tampoco llegó a hacer su descargo.
“Todo esto es una pesadilla , lo engañaron y ahora su nombre quedó manchado”, contó a Clarín una familiar de Mendelson, que pidió reserva sobre su nombre y no quiso contestar más preguntas sobre el caso.
El primero de los allanamientos que terminarían complicando a Mendelson ocurrió en diciembre de 2010, en un chalé ubicado en barrio privado de Escobar. En el interior de esa casa se descubrió un laboratorio o “cocina” donde –a través de un proceso químico– se transformaba a la pasta base en clorhidrato de cocaína, el famoso polvo blanco ya lista para el consumo.
Tras detener a un colombiano que vivía ahí, la Justicia de Campana comenzó a seguir el rastro de una serie de botellas con químicos que estaban en el lugar. El número de serie anotado en unos frascos de éter remitía a un lote del cual el fabricante declaraba haber vendido más de 240 litros a una misma empresa: se trataba de una pequeña química ubicada en el partido de San Martín, a nombre de un anciano de 92 años sin antecedentes policiales , David Mendelson.
Mendelson alquilaba ese local de la esquina de Illia y Almafuerte desde hacía por lo menos 30 años y siempre lo había atendido personalmente , según los vecinos. La temporada de verano le traía mayor cantidad de clientes porque vendía cloro y productos para el mantenimiento de piletas . El resto del año tenía otros encargos menores pero constantes, desde silicona para dar brillo a las ruedas de un auto a químicos que usan las carnicerías para hacer chorizos.
Los vecinos dicen que, aunque el hombre llegó en perfecto estado a los 90 años, en 2010 su situación de salud empeoró. Uno de ellos contó que “la química cerró algún tiempo, a principios del año pasado”, y que cuando “cuando volvió, Mendelson empezó a hablar de que quería vender el fondo de comercio, ya que el local ni siquiera era suyo”. Un tiempo después, “Mendelson dejó de venir y una mujer de unos 40 años comenzó a atender el lugar . Se hablaba de que ella era muy generosa, y que a veces hasta regalaba los productos cuando no tenía cambio”.
La química sospechada de abastecer a aquella “cocina” de Escobar fue allanada por primera vez el 13 de enero de 2011 y se le prohibió provisoriamente seguir vendiendo cualquier tipo de precursor químico. El negocio continuó abierto y la policía volvió a esa esquina de Villa Maipú otras dos veces. El 26 de mayo detuvieron ahí a Claudia Marcela Valeo, la mujer de 44 años que atendía la química desde el año anterior y que ahora está presa en el penal de Ezeiza .
Casi un mes después, el 21 de junio, la química fue clausurada y se detuvo a su dueño, Mendelson. Para entonces, la pista de los precursores hallados en Escobar en diciembre no era la única.
Tras un allanamiento a una cocina de cocaína de La Reja (partido de Moreno) realizado en mayo, la Justicia de San Nicolás había seguido el rastro de los precursores secuestrados ahí. Nuevamente, los químicos habían pasado por la empresa de Mendelson. Lo increíble era que ésta se los había comprado a una serie de laboratorios a pesar de que ya estaba inhabilitada por la Sedronar: para ello se adulteraron los datos de un viejo certificado de Mendelson e incluso se usaron datos de otras empresas químicas.
El caso de Mendelson fue presentado en su momento como una investigación histórica en la Argentina, ya que por primera vez una operativo antidrogas lograba localizar el origen de un desvío de precursores químicos. La ironía es que el supuesto responsable de ese caso pionero era un anciano de 92 años que tiene varios by pass y evidentes problemas psíquicos. Entre las pruebas contra él estaban las transacciones hechas a nombre de su empresa, apuntes con letra temblorosa en los que se indican algunos movimientos de acetona y éter, y la declaración de la mujer que atendía su negocio.
La versión de ella, de cualquier forma, no logró convencer a la Justicia. Aunque en su indagatoria dijo ser inocente y haber respondido todo el tiempo a las órdenes del anciano que todo el barrio conocía, acaban de confirmar su procesamiento y seguirá presa.

Clarín.com
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