El aborto: el turno de los médicos

“La mayor parte de los médicos que se niegan a hacer un aborto en un hospital público, no lo hacen tanto por objeción moral, sino por el “que dirán”. Piensan que los colegas y sus pacientes lo van a criticar . Los estudios que se han hecho en Argentina, Brasil, Perú y otros países demuestran que la mayoría de los médicos están a favor de la interrupción del embarazo en los casos previstos en la ley y que lo harían en si mismos o sus parejas. Eso hay que divulgarlo, igual que el hecho de que la gran mayoría de las personas están en contra de que las mujeres que conocen y que se hicieron un aborto sean castigadas y judicializadas por esa razón”, sintetiza el ginecólogo y obstetra chilenoAníbal Faundes, quien presentará este martes en la Cámara de Diputados el libro El drama del aborto: en busca del consenso.

Faundes, junto al doctor Jose Barzelatto, quien falleció hace unos años, son los autores de este libro donde sepresentan diversos casos de mujeres que abortaron, exponiendo las causas que las llevaron a tomar la decisión, como así también las consecuencias que implica mantener al aborto en la clandestinidad e ilegalidad.

El médico antes que la paciente


En la Argentina, se calcula que se producen alrededor de 450 mil abortos por año, es decir, un aborto cada dos nacimientos. Aunque el Estado argentino contempla algunos casos, fue condenado por el Comité de Derechos Humanos de la ONU en 2011 por no cumplir con un caso de aborto no punible. Y en los hechos son muchos los médicos que, en hospitales públicos, se niegan a realizar la intervención aún en los casos autorizados por la ley. Obligan, así, a las mujeres -víctimas de violaciones- a solicitar la autorización judicial, lo que demora la intervención y las expone al debate mediático. Los profesionales prefieren la vía judicial para “cubrirse” de comentarios y presiones, lo cual resulta así más relevante que la atención a tiempo y adecuada de sus pacientes.

Nadie está ni a favor ni en contra

El motivo por el cual estos especialistas escribieron este libro tuvo que ver con “haber visto de cerca el sufrimiento de mujeres pobres que no ven otra alternativa que provocarse un aborto, corriendo todo tipo de riesgos para verse discriminadas y culpadas en los hospitales públicos”. La segunda causa para impulsar esta investigación “tuvo que ver con entender que hay un gran malentendido en la discusión del aborto, al pensar que hay personas en contra y otras a favor, cuando en realidad a nadie “le gustan” los abortos. La diferencia está en creer o no que la solución es condenar a la mujer que abortó. Ayudar a aclarar ese malentendido nos motivo a escribir el libro”, resume Faundes.

También, el especialista se refirió a las intervenciones contempladas dentro de los abortos no punibles, cuando los profesionales presentan una negativa. “El problema es que los médicos nos suponemos por encima de la ley y como podemos alegar “objeción de conciencia” creemos que podemos negarnos a hacer lo que no queremos y hacer lo que queremos. Hay varias posibles soluciones. Una es institucional: esto es no contratar médicos para determinados cargos si ellos se niegan a cumplir la ley. Otra, más drástica, es que la familia de mujeres que mueren durante el embarazo después de que se le negó el aborto por riesgo de vida, demanden al médico que se negó a hacerlo, por homicidio culposo”.

En ese sentido, el especialista considera que, según su experiencia, “la solución a largo plazo va más por el lado de la persuasión que por la punición.

La presentación será este martes 30 de agosto, a las 18 en el Anexo de la Cámara de Diputados, em Rivadavia 1864, y estarán presentes Marta Alanis, fundadora y coordinadora de Católicas por el Derecho a Decidir, la doctoraSandra Vazquez, coordinadora del servicio de adolescencia del Hospital Argerich y la investigadora del CEDES, Silvina Ramos.

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