La Generación Dorada le ganó a Paraguay por 84 a 52 en su debut en el Preolímpico. Los de Lamas demostraron su categoría frente a un rival inferior
Fue un paseo, como se preveía. En su debut en el Preolímpico de báquetbol, a la Argentina le alcanzó con jugar a media máquina, con momentos de Luis Scola y Emanuel Ginóbili, con la eficacia de Paolo Quinteros y la seriedad generalizada para doblegar tranquilamente a Paraguay por 84-52 en el Polideportivo de Mar del Plata.
De movida se vio lo qué iba a suceder en la cancha. En tres minutos, Scola, con tres dobles, y Andrés Nocioni, con dos puntos, establecieron un parcial de 8-0 sin que Paraguay atinara a respuesta alguna.
Esta evidencia le permitió a Julio Lamas comenzar a rotar el banco desde temprano, y desde allí las respuestas fueron optimas, porque Quinteros (el goleador del partido con 19 puntos) comenzó a meter todo lo que tiraba, Hernán Jasen puso mucha entrega y Juan Ignacio Sánchez guió a sus compañeros con la solvencia de siempre.
Y Paraguay seguía sin respuestas, no ofrecía lucha como para que la Argentina se viera forzada a trabajar más. Apenas daba señales de vida Guillermo Araujo (18), un jugador de apariencia torpe, pero que se las sabe arreglar bastante bien para pelear debajo del tablero o tirar desde tres o cuatro metros del aro, y la aparición en el segundo segmento del partido de Bruno Zanotti (13) y José Fabio (11).
La Argentina vivió un único momento complicado a lo largo del encuentro en el comienzo del segundo cuarto. El equipo se desconcentró y se perdieron pelotas increíbles que fueron aprovechadas por Paraguay.
Entonces Lamas pidió minuto y corrigió errores. No hubo gritos ni gesto ampulosos. En el regreso a la cancha, el equipo volvió a meterse en el partido y ya no se desenchufó más. Fue justamente entre mediados del segundo parcial y el tercer cuarto cuando la Argentina se lució con varias jugadas que terminaron con volcadas y recibieron el merecido aplauso de la gente.
“Fue un partido que tomamos con seriedad y concentración, que se definió en el primer cuarto. Nos sirvió para ganar el punto y romper el hielo”, así definió Lamas lo que sucedió en la cancha durante 40 minutos.
Este miércoles ante Uruguay la historia será otra. El seleccionado celeste, en teoría, opondrá más fuerza que los paraguayos, y eso también le servirá a técnico y jugadores, porque la manera de llegar en las mejores condiciones al trascendental partido del sábado 10 de setiembre es que le suban el nivel de exigencia en cada paso del torneo.
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